Ligada en sus orígenes a la ermita de San Blas, hay referencias en ella de una imagen del Cristo de la Salud, que estaba ligada a la familia de los Garrido Espinosa de los Monteros. Un miembro de ella, en el año 1730, donó como manda testamentaria trescientos ducados para el camarín del Cristo Crucificado de la Salud. A partir de este momento, se multiplican los donativos y el cura concedió por el 1750 varias fincas con el fin de celebrarse la fiesta de dicha advocación. Debió de calar esta entre los jornaleros y campesinos que la devoción a esta imagen creció y se fundó una hermandad en torno a ella en 1771.
En los años 30 del siglo XX, al trasladarse la imagen a la iglesia de San Juan también estableció allí su sede la cofradía hasta el presente año, cooperando en la reconstrucción de la iglesia y el fomento del culto para todo el barrio. La imagen del Cristo de la Salud fue destruida en la Guerra Civil y se renovó en el año 1939 por una bella talla, obra de José Gabriel Martín Simón y que fue restaurada en 1997 por el taller de Cambil Trujillo.
En el año 1949 procesiona por primera vez en la Semana Santa junto con la cofradía de la Virgen de las Angustias, sin haber faltado nunca en las manifestaciones pasionales, de la tarde del Viernes Santo, así como en la procesión del Via Crucis, que se hacía por los años cincuenta y se renovó en el año 1970.
En los años 30 del siglo XX, al trasladarse la imagen a la iglesia de San Juan también estableció allí su sede la cofradía hasta el presente año, cooperando en la reconstrucción de la iglesia y el fomento del culto para todo el barrio. La imagen del Cristo de la Salud fue destruida en la Guerra Civil y se renovó en el año 1939 por una bella talla, obra de José Gabriel Martín Simón y que fue restaurada en 1997 por el taller de Cambil Trujillo.
En el año 1949 procesiona por primera vez en la Semana Santa junto con la cofradía de la Virgen de las Angustias, sin haber faltado nunca en las manifestaciones pasionales, de la tarde del Viernes Santo, así como en la procesión del Via Crucis, que se hacía por los años cincuenta y se renovó en el año 1970.